Un rincón al cobijo de los muros del Pazo, con preciosas vistas a los campos de Bergantiños. Un lugar mágico para retirarse y tomar una copa.
El palomar, una de las construcciones características de los Pazos, no podía faltar en Sergude. Está situado dentro de uno de los grandes terrenos amurallados, la "Huerta de arriba".
En el bosque o Chousa la luz se filtra a través de sus centenarios árboles. Allí olores y colores se combinan produciendo una profunda emoción.
Sergude tiene una antigua cocina gallega o lareira de enormes proporciones. Siempre hay un gran fuego encendido y es el lugar perfecto para largas tertulias con los amigos.
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